Antes de comenzar a hablar sobre la bipolaridad es necesario conocer sus antecedentes y cuáles son las características que debe cumplir una persona para ser diagnosticada con el trastorno bipolar, pues el termino ha sido mal utilizado en la actualidad donde se le acredita a casi cualquier persona que tenga cambios repentinos en sus estados emocionales o afectivos, para diagnosticar la bipolaridad es necesario aplicar instrumentos psicológicos que puedan identificar el trastorno de la manera más profesional posible, es por esto que los diagnósticos solo deben ser realizados por especialistas de la salud mental como psiquiatras o psicólogos quienes son los capacitados para identificar este u otros trastornos mentales.
El trastorno bipolar es un trastorno psicológico crónico que afecta actualmente 2% de la población chilena en edad de sufrirla, alrededor de 225.000 personas. La rapidez en el tratamiento mejora la vida de las personas debido a que reduce las crisis y también disminuye el riesgo de suicidio. Además, actualmente en Chile el tratamiento para ayudar a las personas con trastorno bipolar no supone ninguna intervención económica debido a que al estar afiliado al Fonasa los fármacos tienen copagos bajísimos e insignificantes para este trastorno.
La bipolaridad consiste en los cambios repentinos de estados afectivos, sin embargo en muchas situaciones estos ciclos pueden ser interrumpidos por razones específicas, veamos un claro ejemplo donde José es una persona optimista, eufórica y alegre, pero en un momento de su vida perdió a su hijo de 1 año, es claro que José entraría en un episodio depresivo casi de inmediato pero por una razón en particular, el trastorno bipolar no presenta estas situaciones, es decir que puede existir los cambios sin que suceda nada en absoluto. Pero para indagar más a profundidad en el tema del trastorno Bipolar y como convivir con una persona que padezca este trastorno es necesario entender el mismo, como diagnosticarlo y por su puesto los tratamientos eficaces para mejorar la condición de la persona y la de sus allegados, continúa leyendo para aclarar cualquier duda relacionada con el trastorno Bipolar.
El trastorno bipolar es una patología psiquiátrica en donde la persona alterna ciclos emocionales relacionados con dos polos extremos, uno identificado por la manía o euforia excesiva y otro por su contrario exacto la depresión mayor, el CIE-10 y el DSM-IV (manuales de diagnósticos de los trastornos mentales) identifican el trastorno bipolar dentro de la categoría de los trastornos de humor o afectivos, anteriormente el mismo era conocido como trastorno maniaco depresivo, en donde las nuevas actualizaciones de los manuales de diagnósticos donde se le atribuye el término que actualmente conocemos como trastorno Bipolar.
La alternancia de los estados emocionales, no deben ser ocasionados por ningún estímulo, y los episodios por lo general tienen una repetición constante en intervalos de tiempo entre 3 a 6 meses. Los casos registrados de bipolaridad han demostrado que sus intensidades pueden variar, un claro ejemplo es en el estado de manía donde puede ser representado en casos más leves como hipomanía o simplemente euforia en un momento determinado. Dentro de las características más comunes se encuentran los dos estados de ánimos (depresión y manía), a continuación, se muestra las características más comunes de estos estados de acuerdo con el estado emocional que presenta el paciente.
Depresión: Muchos autores hablan de la depresión como el estado de ánimo que se caracteriza por perder sentido de la vida, tristeza recurrente y en algunos casos estados catatónicos, a continuación, se menciona algunas de las características más resaltantes del estado depresivo en las personas que sufren del trastorno de ánimo.
1.- Apatía recurrente por las actividades diarias, en el trabajo, comunicación con familiares, responsabilidades, entre otras. Las personas cuando se encuentran en el estado depresivo tienden a abandonar proyectos y actividades que son importantes para la vida de la persona y sus familiares, el abatimiento puede ser muy intenso hasta el punto de perder el interés completo por cosas que antes la tenían, como el trabajo, una relación, los amigos, entre otras cosas.
2.- Mayor probabilidad de desarrollar otros trastornos psicóticos, las ideas más frecuentes en las personas depresivas tienden a estar relacionadas con interpretaciones exageradas y muchas veces sin validez, en casos más complejos como el trastorno depresivo mayor se muestran presentes cogniciones relacionadas con la muerte, persecución, delirios, entre otros.
3.- La depresión puede ser heredada en algunos casos, por lo que es recomendable indagar en antecedentes familiares que estén relacionados con trastornos del ánimo como manía, hipomanía, distimia, trastornos depresivos, ciclotimia o trastornos de ansiedad. Es importante identificar cualquier caso familiar que éste relacionado con el trastorno bipolar para generar con exactitud el diagnostico.
4.- La catatonia en el estado depresivo se muestra presente en la mayoría de los casos, donde se corta la comunicación interpersonal y adoptan posiciones fetales, de silencio absoluto y miradas perdidas.
Manía: en casos más leves se conoce como hipomanía, donde los niveles de euforia y alegría exagerada se muestran presentes sin razón algunas, las características más comunes para el estado de manía en las personas que sufren de trastorno bipolar son las siguientes:
1.- Aumento excesivo de actividad y muestra energía incluso en las horas de descanso, la persona con estado de manía es capaz de desvelarse y continuar con actividades durante las horas de sueño, se excede en expresar su euforia en cada momento que puede. Es necesario recordar que este estado para ser diagnosticado no debe tener una situación que ocasione el estado de euforia o alegría excesiva.
2.- Perdida de la paciencia y rasgos de baja tolerancia a la frustración, esto se explica mejor cuando la persona no logra terminar una actividad o se siente frustrado porque los demás no se sienten de la misma manera que él o ella. La baja tolerancia a la frustración puede aparecer en representación emocional de rabia, irritabilidad o molestia repentina.
3.- Verborrea o exceso de la fluidez verbal, aquí entendemos porque las personas con estado de manía tienden a hablar excesivamente y muchas veces sin una direccionalidad en el sentido de la comunicación, el significado de la semántica en las oraciones pierde ese sentido y continúa expresando sus estados emocionales con ideas sin relevancia o entendimiento por parte de los demás.
4.- Aparición de proyectos, ideas o situaciones futuras de manera excesiva y sin organización, sin duda alguna muchas de las personas que sufren de manía o hipomanía suelen tener ideas que revolucionaran sus vidas, el mundo o la vida de los demás, seguramente esto le ha pasado a grandes personajes de la historia, pero las personas que sufren de manía no continúan con el proyecto cuando los niveles de euforia comienzan a disminuir gradualmente.
Mixto: aparte de los dos estados polarizados anteriormente descritos, existe una relación entre ambos, denominado estado mixto, el mismo está caracterizado por las siguientes pautas:
1.- Manía disfórica: donde la manía está representada por ciertos aspectos depresivos simultáneamente como irritabilidad, rabia o frustración, en este caso la manía puede también traer consigo alucinaciones auditivas, paranoia, inquietud, crisis de angustias, entre otros.
2.- Depresión agitada: donde los síntomas de la depresión vienen acompañados de otros más parecidos a la manía como síntomas de hipomanía y pensamientos distorsionados acelerados, en este caso es necesario identificar los niveles de depresión en el paciente para descarar la presencia de la manía o hipomanía.
Como se había especificado anteriormente, el trastorno de estado de ánimo “trastorno bipolar” representa los cambios anímicos de la persona en intervalos de tiempos extensos sin ningún motivo aparente, es donde entran los manuales de criterios diagnósticos para detectar que efectivamente nos encontramos frente a un paciente con tales síntomas, las características de la depresión y la manía pueden variar según su intensidad, duración y relaciones entre los dos polos, por ello el DSM IV especifica que existen varios tipos de trastornos bipolares, veamos cuales son.
Trastorno bipolar tipo I: en términos generales el trastorno bipolar tipo I tiende a representar trastornos de manía o mixtos, pero no es imprescindible que los pacientes tengan estados depresivos, según el DSM IV se toma en consideración el estado más próximo a la consulta o al momento de diagnosticar, es decir que se evalúa el tipo I Bipolar con estados más próximos en manía, hipomanía, mixtos, depresivo o no especificados. Para entrar en este tipo de bipolaridad la persona debe cumplir con los siguientes criterios según el DSM IV:
A.- Actualmente el estado que presenta es manía, mixto, depresivo o no identificado.
B.- Previamente se ha presentado un estado extremo contrario al mencionado en el apartado A.
C.- Los estados depresivos o manía no se expresan mejor que por la presencia de otro trastorno como esquizofrenia, trastornos esquizoafectivos, trastornos delirantes, entre otros. También es necesario identificar si el episodio es leve, moderado o grave y si los mismos son a causa de ingerir algún medicamento o sustancia psicotrópica.
Trastorno bipolar tipo II: a diferencia del tipo I, este tipo de trastorno bipolar se identifica por presentar hipomanía en vez de la manía propiamente dicho, la hipomanía se define como un estado de manía de menor intensidad seguida de un episodio de depresión, en este caso la exaltación de la persona y euforia no es tan notable como la manía. En este tipo de trastorno bipolar la persona puede presentar múltiples episodios de hipomanía, pero en la presencia de un estado previo de manía seria diagnosticada como trastorno bipolar de tipo I.
No es secreto para nadie que la bipolaridad forma parte de uno de los trastornos del ánimo más comunes en la actualidad, en el año 2014 se han registrado más de 140.000.000 casos de personas que padecen de trastorno bipolar tanto de tipo I como II, estas estadísticas que representan alrededor del 2% de la población mundial fueron auspiciadas por Eduard Vieta, investigador del psicología y psiquiatría de Barcelona en XVI congreso de psiquiatría que fue llevado a cabo en Barcelona.
Esto pone en cuestión un tema importante, pues lo que se desea conocer en este artículo es como llevar a cabo una vida con una persona que sufre de trastorno bipolar, para indagar en esto es necesario conocer cuáles podrían ser los principales conflictos sociales, familiares, laborales y personales que pueden afectar la vida del paciente y por supuesto la de sus familiares y/o allegados.
Contexto laboral: La organización mundial de la salud ha descrito que la bipolaridad puede constituir el sexto motivo de incapacidad laboral, y esto es mejor explicado por las recaídas en estados depresivos que pueda presentar el paciente. En momentos de manía o hipomanía la personas puede tener un excelente rendimiento laboral, pero en momentos en que el estado depresivo se muestra presente la situación cambia drásticamente, pues la apatía, problemas de comunicación y trabajo en equipo se hacen presentes, es entonces donde se considera por parte de las organizaciones llevar un seguimiento psicológico a sus empleados con la intención de diagnosticar el trastornos si fuese el caso y tener consideraciones estratégicas para no presionar, generar estrés o desemplear a los pacientes con este trastorno bipolar.
Contexto Familiar: las implicaciones en el entorno familiar pueden ser más directas que las laborales, pues cuando los familiares, pareja o amigos se enteran por primera vez del diagnóstico, las respuestas pueden variar desde ansiedad, rabia o rechazo, como por el contrario con aceptación, compasión y apoyo para la persona. En muchos casos los psicólogos y psiquiatras recomiendan que las personas que frecuentan con el paciente se hagan presentes en las consultas, para que el profesional en el área pueda darle estrategias y psicoeducación con respecto al trastorno bipolar, generando un ambiente familiar más digno y superable para el paciente, de esta manera se evitará la recaída y los síntomas de depresión no se hagan presentes con mayor intensidad.
Contexto personal: sin duda alguna la terapia que se debe llevar a cabo con una persona que sufre trastorno bipolar debe ser dirigida al conflicto, es decir incursionar al paciente a entender su situación, cuales son los síntomas y las técnicas que debe recibir para evitar recaídas en cuanto a la depresión se refiere, de igual manera la asistencia por parte de los compañeros de trabajo, familiares, amigos y allegados es sumamente importante para que el paciente no sienta que está solo en este proceso, la medicación puede ser una ayuda solo si es remitida por un profesional en el área de la psiquiatría.
Ya hemos descrito con anterioridad las características e implicaciones del trastorno en diversos contextos, ahora lo importante sería como se debe ayudar a una persona con trastorno bipolar y no morir en el intento, muchas personas no soportan la situación y prefieren desertar de la relación (si hablamos de parejas) en otros casos la desesperación se muestra presente en familiares y amigos que no pueden deshacerse del problema de la persona, en este caso es necesario entender en primer lugar que el estilo de vida de una persona con trastorno bipolar diagnosticado debe cambiar para lograr el bienestar entre su propia persona y la relación con los demás.
Pero esto no deja por fuera a los que lo rodean, a continuación, mencionaremos una serie actividades que son necesarias para lograr una mejora considerable en el paciente y también en sus propias vidas, pues la enfermedad no solo afecta a los que la sufren sino también afecta a las personas que conviven con el paciente, continua leyendo para conocer estrategias comprobadas y así lograr el bienestar y aportar nuestro grano de arroz en la recuperación de la persona afectada de trastorno bipolar.
1.- En la fase depresiva hay que tratar al paciente como depresivo: es normal estar a la expectativa del cambio repentino de euforia a abatimiento, desgano y angustia, pero lo importante de los familiares y personas que convivan con la persona con trastorno bipolar, es simplemente entender su situación y tratarlo como si de un estado de depresión se tratase, nada más alejado de la realidad es tratar de levantar el ánimo a sabiendas que su incapacidad por el momento no le deja disfrutar de los momentos que tuvieron, y recuperarlos de la manera en que lo podrían hacer en los estados de manía o hipomanía.
2.- Asistir a un profesional de la salud mental: en ocasiones se puede dificultar el trato con una persona bipolar por múltiples factores, entre ellos el hecho de no saber que realmente se debe hacer y en qué momento, otro caso que puede suceder es el brote de depresión en los familiares y amigos lo cual puede ser peor para la persona con trastorno bipolar, dejar a los psicólogos y psiquiatras que hagan su trabajo puede ser la mejor ayuda que se pueda recibir en esos momentos de recaída.
3.- no todos los problemas vienen de la fase depresiva: En algunos casos de acuerdo con la intensidad de la manía, es recomendable internar a los pacientes que han tenido episodios maniacos con consecuencias considerables, por ejemplo, vender algún bien, apostar en juegos, peleas en bares, entre otros. Para evitar estas situaciones es necesario la medicación y supervisión psicológica y de esta manera también los familiares deben conocer cuál es el proceso de los tratamientos y sus efectos secundarios.
4.- Evitar la culpabilización a la persona y a otros: las culpas nunca han sido remedios para ningún mal y este caso no representa la excepción, los motivos de la enfermedad pueden ser varios desde la genética hasta eventos estresantes, lo importante es conocer la solución, tratamiento, medicación, estrategias y apoyo por parte de las personas que convivan con el paciente bipolar y llevar a cabo todas las técnicas necesarias para mejorar la calidad de vida de todos.
5.- Practicar algún deporte o ejercicio siempre es una buena idea: ayuda considerablemente a regular los niveles emocionales, no solo en los pacientes bipolares sino en cualquier persona, los neurotransmisores encargados de cambiar los estados de ánimos en nuestro cuerpo se estabilizan al estar en constante movimiento y ejercicio.
Toda la ayuda que podemos dar a una persona con trastorno bipolar se basa en la paciencia, el amor, la dedicación y constancia con que llevemos a cabo todas las indicaciones de los especialistas, los tratamientos psicológicos enfocados en el conflicto, las estrategias cognitivo conductuales y la medicación necesitan de un tiempo determinado para causar un efecto positivo y es obvio que la persona con trastorno bipolar no podrá lograrlo por sí solo, así que no existe mejor ayuda que comenzar por el amor incondicional y la aceptación del problema, con constancia se puede llegar a disminuir los niveles de depresión y manía para tener un estilo de vida en paz y bienestar.
Psicólogos de Chile expertos en trastorno bipolar