La experiencia de una vida en pareja es maravillosa. Nada más emocionante que tener esa persona a tu lado con quien compartir buenos momentos, experiencia, éxitos, pero también esas ocasiones en las que hemos fallado o fracasado en algo, estamos enfermos, o cualquier otra oportunidad en la que es precisamente esa persona la primera en brindarnos su apoyo.
Muchas personas suelen tener grandes dificultades para encontrar a esa pareja adecuada. Mientras que para algunos esta tarea es muy sencilla, porque debido a su temperamento, capacidad de relacionarse o incluso aspecto físico encuentran esa pareja casi sin ningún esfuerzo, para otros, por más que intentan se les hace sencillamente imposible.
Pero sí se puede solucionar este problema, o al menos cambiar el modo de pensar en relación a las posibles causas de fracaso. Conseguir una pareja adecuada no depende de una sola persona, siempre es cuestión de dos, quienes además deben tener intereses en común que les permitan compartir el tiempo juntos, sin que se generen grandes conflictos, y que si estos suceden sean capaces de superarlos sin contratiempos.
Las dificultades para encontrar pareja pueden tener muchos motivos. En vista de que no hay dos personas iguales en todo el mundo y cada una tiene su propio carácter y personalidad, no existe una fórmula específica para determinar cuál es la pareja adecuada. Sin embargo, cada persona tiene la opción de analizarse a sí mismo para saber si las causas de sus complicaciones amorosas dependen propiamente de ellos.
Y el hecho de no encontrar una pareja adecuada no siempre significa que las personas se encuentren solteras y sin compromiso todo el tiempo, porque también podrían haber tenido una o varias relaciones de pareja mientras consiguen a esa persona ideal. Existen varios patrones dentro de los cuales cada uno podría sentirse identificado, y el primer paso para saber qué es lo que sucede, es precisar dentro de cuál se encuentra.
¿No tienes pareja?
Si al afectado se le ha hecho imposible conseguir una pareja, es probable que sea demasiado exigente o perfeccionista, lo cual no le ha permitido encontrar a la persona idealizada, que no es lo mismo que la persona ideal; la idealización de una persona se corresponde más con ese concepto de la pareja perfecta, lo cual es básicamente una utopía.
La manera como se ven a sí mismos y la autoestima que tienen también podría ser un factor determinante; el pensamiento que tengan sobre las dificultades en encontrar la pareja adecuada y las ideas negativas generadas por no poder conseguirla, podría influir en un estado mental contrario a alcanzar el éxito esperado.
La baja autoestima y la inseguridad para entablar relaciones sociales se suman para generar mayores dificultades en conseguir pareja. Algunas personas sufren de introversión o timidez excesiva para acercarse a otras personas y más aun para demostrar sus sentimientos. Esto podría ser complementado con síntomas de depresión, quizás producto de la misma dificultad para relacionarse, o por otros motivos, que origina un estado de tristeza general, lo cual aleja inevitablemente a aquellos que no soportan estar con personas tristes y/o deprimidas.
Otros factores para vivir en soledad son no haber superado aún las secuelas de una relación fallida a causa de traumas, como la violencia tanto verbal como física, que haya causado un sufrimiento en el pasado y que el afectado espera no volver a pasar por esa situación. De manera similar, no haber podido dejar a un lado el duelo por una ruptura amorosa previa, quizá no le permita a la persona entablar nuevas relaciones con nadie más, hasta pasado un tiempo demasiado amplio en el que puedan sentir nuevamente que son capaces de darse una nueva oportunidad.
Todos estos factores conducen a que la persona sienta un profundo miedo a ser rechazado y no se atreva adentrarse en relaciones amorosas, llegando a pensar que tener una pareja no es para él o ella, creándose a sí mismo una barrera imaginaria que no le permitirá avanzar.
¿La relación no es la adecuada?
Es probable que el problema no sea conseguir una pareja, sino todo lo contrario, ya que se puede conseguir pero sin que esta sea precisamente la adecuada. Este es un panorama muy común y por el que atraviesan muchísimas personas; son el típico grupo de hombres y mujeres que gozan de una larga lista de conquistas con las que tuvieron una relación, pero al final fracasaron. Entonces ellos han tenido igualmente grandes dificultades en encontrar la pareja adecuada.
Tal es el caso de esas personas que encuentran una pareja y todo parece ir perfecto con su relación, pasan mucho tiempo juntos, se entienden perfectamente y es posible que hasta lleguen a hacer planes de matrimonio, pero de repente, de un momento a otro, la relación se derrumba, el amor se acaba y con el pasar del tiempo, ya están con alguien más, mostrando la misma ilusión y enamoramiento que en la oportunidad anterior, creyendo que ahora sí han encontrado el verdadero amor de su vida y corriendo el riesgo de repetir este ciclo una y otra vez. Este tipo de personas denotan una gran inseguridad respecto a lo que sienten, porque son capaces de enamorarse perdidamente muchas veces, tal como jurarían que jamás volvería a suceder.
Otro caso se da cuando una persona se encuentra buscando a su pareja ideal, pero experimentando una gran cantidad de relaciones infructuosas con otras personas con las que ni siquiera tienen algo en común, pero siguen insistiendo, como jugando a la lotería, demostrando una fuerte tendencia a la baja autoestima e inseguridad, ya que no son capaces de poder estar solas por largos periodos de tiempo y resuelven esta situación al iniciar una relación cualquiera sin meditarlo lo suficiente.
En peor situación se encuentran quienes, de manera similar al grupo anterior, también experimentan relaciones infructuosas, pero estas a su vez tormentosas, enmarcadas dentro de un panorama de violencia tanto verbal como física y psicológica, que si bien no suelen ser duraderas, de igual manera tienden a repetirse una y otra vez, inclusive con la misma pareja, creando un peligroso círculo vicioso de dependencia emocional severa.
Sea cual sea la situación en la que se encuentre una persona, en estos casos de relaciones fallidas también se debe tener en cuenta que es esta persona la que debe analizar qué está haciendo mal, porque de ninguna manera la repetición de este tipo de experiencias es responsabilidad de los demás, sino de sí misma.
En cualquiera de los casos anteriores, ya sea que no se encuentre una pareja ideal o que no hemos tenido ningún éxito con las que hemos encontrado, con frecuencia esta situación puede hacernos perder la paciencia en dicha búsqueda. Muchas personas van acumulando cierto grado de desesperación gracias al fracaso en el ámbito amoroso, que les lleva cada vez más a precipitarse al momento de declararle sus sentimientos a alguien; esta situación desemboca en más dificultades con el pasar del tiempo y, lógicamente, en más desesperación, creando así un círculo vicioso de frustración, ansiedad y angustia permanente, que suele afectar enormemente el autoestima y elevar las necesidades de afecto.
Cuando esto sucede, las actitudes personales pueden cambiar de manera negativa. Por una parte, la baja autoestima puede llevarnos a disminuir la capacidad para relacionarnos con otras personas, debido a que se pierde la confianza en sí mismo. Por otra parte, ese mismo miedo de no poder socializar, puede llevarnos a modificar nuestra personalidad y la manera como tratamos a los otros, mostrando una actitud irreal y diferente ante los demás, con la firme intención de parecer otra persona y agradar de cualquier manera.
Toda circunstancia derivada de hallarnos psicológicamente afectados por no encontrar una pareja adecuada, nos lleva a mostrar señales de aislamiento, depresión y tristeza, motivado precisamente a la enorme frustración que sentimos; esta situación es necesario resolverla lo antes posible si no queremos que nuestra condición psíquica evolucione a una patología mental de mayor gravedad.
Aunque encontrar una pareja adecuada a veces parece ser realmente una misión imposible para muchas personas, no lo es tanto si se decide analizar previamente la situación de la cual parten muchos factores que se deben tomar en cuenta. Estos factores, normalmente pasados por alto, y que son decisivos en el éxito por encontrar pareja son: reconocerse a sí mismo, reconocer que es lo que quiere y reconocer el entorno en el que se desenvuelve. No está de más realizar también cambios de pensamiento y en la forma como ve a las otras personas, para poder descubrir aquellas señales positivas que nunca ha sido capaz de observar.
La primera clave es ser pacientes porque, por lo general, la impaciencia nos conduce a actuar de manera precipitada. Al final la persona indicada llegará, pero cuando estamos desesperados por conseguir pareja, corremos el riesgo de tomar actitudes que no nos corresponden, con el objetivo de agradar más de la cuenta a esa persona que nos interesa. Este es un error que cometen muchas personas y el éxito derivado de esa forma de actuar deviene en consecuencias contrarias a las que estábamos buscando, como por ejemplo, terminar volviendo a ser nosotros mismos y darnos cuenta de que lo que hemos conseguido no es realmente lo que queríamos.
Por otra parte, nuestras actitudes generales son las que quizás nos han impedido acertar en nuestra elección de una posible pareja, especialmente cuando hablamos de buscar al hombre o la mujer que consideremos perfecta para nosotros. Por eso debemos hacer lo posible por entender que cada persona tiene una manera de ser y así debemos aceptarla, prestando especial atención a sus virtudes y demás aspectos positivos por los cuales vale la pena estar a su lado, porque en caso contrario las diferencias de carácter se convertirán en un enorme obstáculo.
Pero, aunque es una mala idea la idealización de una pareja perfecta, no está de más saber exactamente qué es lo que queremos en nuestra vida. Si bien es cierto que no siempre vamos a poder complacer todos nuestros gustos, vale la pena tener al menos un patrón por el cual guiarnos para no terminar al lado de la primera persona que nos pase por el frente, opción que seguramente nos llevará al fracaso. Se debe tomar en cuenta todos los aspectos que quieres ver en tu posible pareja, como características físicas, gustos e intereses, profesión, religión que practiquen y hasta el deseo de tener hijos. Este ejercicio nos va a permitir saber buscar en los lugares indicados y reducir los riesgos de equivocarnos con una persona que se aleje de lo que realmente queremos y necesitamos a nuestro lado.
Si saber apreciar las buenas cosas de la otra persona es importante, también lo es, y en suma medida, la comunicación. Ninguna pareja puede tener éxito si no saben comunicarse y plantear sus ideas, opiniones y posiciones, enfocados en el respeto también hacia las ideas, opiniones y pensamientos del ser amado. Sólo así será posible conocer con certeza qué cosas pudiera necesitar la pareja y en qué podemos apoyarle en todo momento.
No es una idea descabellada el salir a buscar pareja, esto es proponerse conocer gente nueva, aumentar las relaciones sociales y atreverse a intentar conseguir a otras personas con las que entablar una relación amorosa en un futuro. Se puede intentar en grupos de solteros, clubes deportivos o de hobbies, universidad y trabajo y hasta en un viaje de vacaciones; lo importante es tener la firme intención de conocer gente nueva con la que podríamos establecer una relación de pareja en el futuro.
Si aun sabiendo todo lo que una persona debe hacer para aumentar sus posibilidades de conseguir una pareja adecuada, todavía no se considera capaz de hacerlo, siempre existe la alternativa de buscar ayuda psicológica. La psicoterapia puede contribuir a realizar una intervención que permita aumentar la autoestima y la confianza en sí mismo.
La psicoterapia es una técnica que en estos casos podría apoyarse en otras como la hipnosis y las terapias emocionales, que contribuyen a canalizar las emociones del paciente y reconfigurar la actitud que muestran ante la ansiedad producida por no tener pareja. De esta manera es posible derribar los bloqueos negativos que se mantienen en la mente del afectado, permitiéndole así desarrollar una mejor interacción social con otras personas y sentirse con más confianza ante ellas.
En el plano amoroso son muchísimas las situaciones por las que podemos pasar en diversos momentos de la vida. Sabemos que a veces no es sencillo conseguir una pareja adecuada con quien compartir todos esos momentos en los que necesitamos compañía, pero una vez que la conseguimos, debemos saber valorarla.
Todos nos merecemos ser felices en pareja y de allí se deriva la importancia en mantener una alta autoestima y preservar la confianza tanto en uno mismo como en la persona que se encuentra a nuestro lado. Siempre existe el riesgo de que surjan conflictos momentáneos, lo cual es completamente normal, pero juntos podrán superar cada una de las dificultades que se presenten.
Aprendan a dar y recibir juntos, por igual, escucharse y comprenderse, a apoyarse en todo lo que necesiten. No teman realizar los reclamos que crean pertinentes, pero siempre entendiendo la posición del otro. Si tu pareja es realmente la adecuada para acompañarte hasta que la muerte los separe, entonces siempre sabrán salir adelante y sellar una historia de amor verdadera, sana y feliz.